Y con nosotros: La Realeza!!
Desde hace unas semanas este No-Blog se ha transformado en nuestra ventana al mundo.
Como esto de escribir mails nos toma mucho tiempo y cada vez se torna un recurso más escaso, cederé parte de mi propiedad de este medio a mis compañeritas de piso para desde hoy, relatarles sus aventuras y desventuras de las integrantes de la mansión que habitamos.
Además se declara abiertamente la campaña pro visitas a nuestro blog, que es liderada por Laura y seguida, con muchas distancia, por Gloria… para mi son “Louri y Glouri”.
Como sólo cedí parte de las acciones de mi blog, cada post tendrá algún comentario personal sobre cómo yo veo sus historias y la vida que están llevando estas niñas, condenadas a compartir piso un año conmigo.
Hoy “las niñas” tenían en la mañana una visita a la Feria CONAMA, que era sobre medio ambiente – tema de su master y que es parte de sus vidas, de hecho me someten estrictamente a separar la basura de nuestro hogar-. La universidad de ellas les tenía sus entraditas de regalo, porque acá hay muchos eventos, ferias y muestras, pero nada es gratis queridi. Así que tempranito partieron las dos muy empiringontadas (esto es fruto de mi imaginación porque la verdad es que ni las sentí cuando se fueron) rumbo a la feria y las charlas que se iban a dar.
Louri y Glouri tenían una gran misión que no podían olvidar, sabían que no podían volver a la casa sin regalitos y souvenirs del evento para sus compañeritas de piso, pero por sobretodo con lápices con -probablemente- algún motivo ecológico.
Pasado el medio día, sentí la voz de la Laura en la casa, me pareció extraño y me levanté a verla. Laura había vuelto con una bolsa de género llena de cositas de la feria… pero mi sorpresa fue mayor cuando me di cuenta que con ella venía otra niña, pero no era Gloria, sino que una de sus compañeritas del master.
Ante aquella situación no pude dejar de preguntar por la ausencia de Gloria, nuestra querida mexicana que es una máquina para el orden, para hacer lo imposible (como alcanzar las cosas que están a tres metros del suelo) y que no nos deja comer chocolates a destajo, como nos gusta.
Laura, muy tranquila, me dice: “es que Gloria se quedó en la Feria”… La perdimos, pensé, nos abandonó? Se integró a algún grupo de ecologistas furiosos?... no, Gloria se quedó en la Feria a ver la atracción del día… para estar cerca de ella, la estrella del evento, Gloria se quedó a ver el “Águila Real” (todo es medio monárquico por acá).
Gloria es amante de los animales (tiene 5 “hijas- perras” en su casa en México) y esta no era una oportunidad que podía dejar pasar. Este pajarito está en extinción y cuenta con una protección mayor que la que tiene Zapatero. Estas aves tienen guardaespaldas armados que les cuidan los nidos y velan para que nadie las moleste y mucho menos, les hagan daño.
Louri, su invitada, Karina y yo, nos fuimos a descansar luego de compartir un cafecito, porque nos esperaba una intensa tarde. Pero cuando me aprontaba a meterme a la ducha – se prohíbe hacer referencias acerca de mis hábitos y costumbres… sí, me levanto tarde y soy feliz!!- sentí los pasitos de Gloria. Ella venia más cargada de regalos de la feria, un bello lápiz para esta humilde escritora y un celular repleto de fotos y videos de su nueva amiga.
Debo decirles que era bien simpática el águila esta – era una ELLA, como me hizo saber Gloria muy enfática- y era enorme, pesaba como 5 kilos y tenía su propio entrenador. Era todo un espectáculo verla y parecía una niña bastante desinhibida porque delante de todo el público ni se arrugó para satisfacer una de sus necesidades básicas (y no era ni hambre, ni frío).
Lo pasaron bien las niñas y eso es lo importante, porque han tenido un par de semanas bastante intensas – y no es por culpa del carrete- están con hartos trabajos, tareas y ganándose un pedacito de cielo aguantando a un par de compañeritos que son como para salir corriendo.
Bueno y acá van las fotos de la reina, la estrella del momento y aunque no vive con nosotras está a punto de ganarse un espacio en nuestra mansión… es que nos morimos de ganas de tener un guardaespaldas nosotras también.